Muchas veces me preguntáis cómo cuidar y limpiar las joyas de plata que salen de La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa: en este post te cuento los consejos más habituales y mis mejores trucos.
No todas las joyas de plata se limpian igual
Para empezar, no todas las joyas de plata se deben cuidar igual: depende del acabado. Los tesoros de plata pueden tener acabado pulido, mate, oscurecido... o de una combinación de éstos para generar contrastes entre diversas partes de la joya. Las joyas con acabado pulido son las que suelen suscitar más la pregunta de cómo limpiarlas, para mantener su brillantez.
La plata es un metal precioso que se oxida con bastante facilidad y a la vez bastante blandito (es decir, que también se raya con facilidad). Los agentes que pueden oxidar la plata son multitud: el cloro, la grasa corporal, nuestro perfume favorito... ¡incluso los rayos del sol! De todos ellos, según mi experiencia, más que el calor o el sudor, lo que más influye en la oxidación de la plata es el PH de la piel de cada persona, o incluso los cambios en el PH de la piel de cada persona. Hay personas que oxidan más y hay personas que sacan brillo, y eso puede variar también de un día para el otro en la misma persona.
El oxido de la plata es el resultado de la reacción del metal al contacto con el aire y el oxígeno, o con otros agentes corrosivos. Ese oxido se muestra en forma de oscurecimiento de la plata. Por eso es más fácil de mantener una joya de plata oscurecida (u oxidada), puesto que simplemente hay que evitar limpiarla demasiado para no retirar el oxido que le da su acabado oscurecido. Si lo haces por error, la mejor solución es acudir a un taller especializado para recuperar su aspecto original.
Los mejores trucos y consejos para cuidar y limpiar joyas de plata con acabado brillante
En cambio, si tu joya de plata tiene acabado brillante (o pulido, que es lo mismo) el mejor truco para limpiar tus joyas es prevenir que se oxiden. Mi consejo: guarda tus joyas de plata en un cajón (sin luz) y dentro de una bolsita de plástico (sin aire). Así evitas que la luz y el oxígeno las oxide. Además, antes de guardarlas, pásales una gamuzita para quitarles el sudor y la grasa corporal. No es mágico, pero siguiendo este sencillo paso a paso evitarás tener que llevarlas a menudo a una joyería especializada para una puesta a punto.
Mi mejor truco es una pequeña gamuza limpiaplata. Por eso la incluyo en todos los tesoros que salen de mi taller. Simplemente debes frotar suavemente la superficie brillante de la plata para quitar las marcas del contacto con la piel antes de guardar tu joya. En cambio, si tu joya tiene acabado mate o acabado oscurecido, o partes de ella son de acabado mate o oscurecido, la gamuza sólo debe servirte para retirar suavemente el sudor, pero debes evitar frotar esos acabados porque al hacerlo los estás convirtiendo en brillantes.
Otro consejo importante es no lavar la gamuza limpiaplata que os adjunto: el paño está impregnado con un producto químico especial para el abrillantado de tus joyas y si lavas la gamuza perderá esa impregnación.
Los trucos de la abuela, uno fácil que te recomiendo yo... y lo que me decía mi maestro
Limón y sal, vinagre, pasta de dientes, bicarbonato... En Internet verás muchos remedios de la abuela para limpiar la plata. Yo no te los recomiendo: muchos de ellos, como el bicarbonato, son abrasivos. Eso significa que quitan el óxido, pero también están rayando tus joyas y quitándoles el brillo.
Un truco fácil que te recomiendo yo, si tu joya tiene acabado pulido: pon a hervir agua con un desengrasante (como Fairy, Mistol...) y mete tus joyas un ratito. Después les pasas un cepillo de dientes blando, pero dando golpecitos, no frotando. De esta manera quitas la grasa corporal de la joya. Y luego la frotas con ropa de tejano, ropa seca, y frotas fuerte. De esta manera no haces ninguna rascada pero retiras el óxido y sacas brillo. Esto si tu joya tiene acabado pulido. Si tu joya tiene acabado mate, puedes pasarle también una esponja de lavar los platos, por la parte que rasca, pero siempre con cuidado.
Yo soy joyera y utilizo máquinas y productos químicos propios de mi oficio, de manera que mi consejo final es el que me regaló mi maestro de joyería en Córdoba: las joyas son como los coches, salen estupendísimos del concesionario pero con el tiempo les van pasando cositas, así que de vez en cuando necesitan pasar por el taller para una puesta a punto. Es la mejor solución para las joyas de plata con acabado oscurecido o con acabado mate si están rayadas o han perdido parcialmente su acabado, y es también la mejor solución para tus joyas de plata con acabado brillante si no has tenido la constancia de pasarles la gamuza limpiaplata de vez en cuando :)
¿Y si quiero limpiar una joya de plata con un baño de oro?
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que un baño es una capa que añadimos a la pieza, y por tanto debes tener cuidado de no retirar esa capa al limpiar tu joya. Por durabilidad, siempre es mejor que tu tesoro sea macizo: en un primer momento una joya de oro macizo y una joya de plata con un baño de oro no se pueden diferenciar a simple vista. Con el tiempo, sí: el baño necesita más mantenimiento, especialmente si hay mucha fricción. Por ejemplo, unos pendientes que no tienen casi roce pueden pasar un siglo sin pasar por taller. Pero un anillo, un collar o una pulsera tienden más a ir perdiendo el color, porque tienen más roce.
El baño es una capa externa y cuanto más roce tenga más rápidamente irá desapareciendo. Especialmente si es un baño de oro rosa: técnicamente, el baño de oro rosa no puede ser muy grueso (como sí permite el oro amarillo). Al baño de oro rosa le llamamos flash, no baño, justamente por eso, porque el oro rosa sólo nos permite dar un flash para que quede bien y bonito (más micra haría que quedara como satinado, mal bañado).
Para hacer que el baño de una joya tenga una vida mejor yo te diría que nada de fregar el tesoro con un paño de limpiar metal (¡rasca!). Y mucho menos con bicarbonato (no lo recomiendo nunca). Lo máximo que puedes hacer es ponerlo en agua hirviendo con un poco de desengrasante (tipo Mistol o Fairy), sácarlo, colocarlo aún caliente en tu mano y darle golpecitos con un cepillo de dientes blando para quitarle la grasa corporal. Finalmente, puedes secarlo con un papel de cocina sin frotar fuerte.
Por todo ésto es por lo que en La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa siempre realizo baños de buena calidad, baños de oro de 18kt, y no hago dorados de metales extraños, porque mi objetivo es que mis tesoros tengan una mayor calidad y una mayor durabilidad, especialmente cuando hay roce, como en el caso de un collar.
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