Encontraréis la cita esculpida en Figueres, frente al Museo Dalí::

El pensamiento catalán rebrota siempre y sobrevive a sus ilusos enterradores

Es de Francesc Pujols, autor de «La tardor barcelonina», uno de los libros favoritos de mi hermano Isidro. Seguro que la conocéis porque comienza con las dos líneas más fantásticas que se han escrito nunca para empezar una novela:: «Yo tenía una masía en la montaña catalana y la quemé. Después ya contaré por qué la quemé.»

Conozco muy por encima esos referentes, pero mi hermano Isidro dice que mi broche El Buen Juicio y mi nueva colección Muelas del Juicio tiene mucho de Pujols y también de enfants terribles como Pau Riba o Sisa, por el pensamiento galáctico del Poble-sec y discos como La Galeta Galàctica y canciones como «Taronges i arròs». Y más adelante, con ilustres herederos como Joan Miquel Oliver o Perejaume (con obras impagables como «L'enclavament de Bellaterra»).

Taronges i arròs, de Jaume Sisa.

Yo no soy cantautora, pero me adulan mucho estos referentes. En mi broche del Juicio pienso hace años. Cuando estudiaba en Córdoba, ciudad de larga tradición joyera, siempre me prometía aprovechar las vacaciones de fin de año para hacerlo realidad. Pasan los años y este pasado 2017 encontré por fin la ocasión. Tres muelas del juicio que conservo de tres aventuras en el dentista y una reconstrucción en plata de la que falta, que no pensé en reclamarla. Todo montado sobre bronce y con elásticos de ortodoncia. Ahí está mi broche para los días de fiesta de guardar: sirve para presumir de molares, pero también para algo más importante: sirve para no perder la razón cuando ataca el arrebato. El seny y la rauxa.

Me gusta más pensarme como artesana que como artista, aunque he hecho propósito de enmienda y estoy aprendiendo. Del Broche El Buen Juicio me gustaría hacer una serie limitada de 50 a 100 unidades para sacarme un dinerito. Sería muy catalán, en el sentido daliniano, alias «Avida Dollars». Pero mis muelas del juicio son sólo 4 y las tres que conservo las he amortizado ya en mi broche, por lo que la idea es hacer una pequeña serie limitada con reproducciones en plata de ley, en forma de pin y de imperdible.

Así ha nacido mi nueva colección: Muelas del Juicio. Una obra de arte y dos series limitadas prêt-à-porter: un imperdible y un pin en plata de ley que sirven para llevar la cordura bien cerca los días laborables y también en fiestas señaladas:

Broche El Buen Juicio: mis muelas del juicio, plata de ley, bronce y elásticos de ortodoncia. Pieza única. No está a la venta. Pero la idea me gusta y por eso he hecho también una colección prêt-à-porter de imperdibles y pins.

Imperdible Muela del Juicio: imperdible con muela del juicio en plata de ley. Para lucir a diario o en fiestas de guardar y con utilidad práctica: sirve para no perder la cordura cuando ataca el arrebato.

Pin Muela del Juicio: pin con muela del juicio en plata de ley. Autodiagnosticable: no necesita receta médica. Resultados garantizados:)

Serie limitada kilómetro 0 y con diseños exclusivos MeriTomasa

Es una colección diseñada y forjada en mi taller de Manresa. Hacer una pequeña seriación me permite ofrecértela a precios más económicos y hacértela llegar a casa en unos plazos mucho más cortos. En todo caso, puedes presumir de lucir una joya kilómetro cero de fabricación artesanal.

El imperdible es una de mis joyas favoritas. El broche sólo lo llevo en fiestas muy señaladas y en cambio el imperdible lo he dejado discretamente en un abrigo que llevo a menudo en invierno. Cuando lo saco a pasear, la gente me pregunta qué llevo en el imperdible. «Es mi buen juicio», contesto, y sonríen.

«¿Y esta es la colección de los moderados?»

No me lo había pensado, pero mi amiga Paula, haciendo el café, me preguntó a bocajarro. «¿Después de mojarte con la colección Estelada, esta nueva colección es para acontentar a los moderados?».

Últimamente en Cataluña somos muy fans de las tribus. Moderados contra independentistas, y viceversa. Pragmáticos contra legitimistas, y viceversa. Yo pienso que una cosa no quita la otra. El seny catalán no está nada reñido con el arrebato. La colección Muelas del Juicio no es la alternativa "moderada" a la Colección Estelada, al contrario. A menudo, cuanto más "seny" ponemos, más claro vemos que de vez en cuando hace falta un poco de "rauxa".

Ya lo decía Oscar Wilde

Termino con otra cita (hoy estoy resabida), pero para no parecer demasiado localista elijo una de un autor que no era catalán, y que resume muy bien todo lo que estoy explicando:

We can forgive a man for making a useful thing as long as he does not admire it. The only excuse for making a useless thing is that one admires it intensely.

All art is quite useless.

Una gran verdad. Todo arte es inútil, y la belleza consiste precisamente, a menudo, en esta admirada y admirable inutilidad. He aquí el sentido más profundo y el objetivo más escondido de mi colección Muelas del Juicio: llevar muy cerca del corazón una muela del juicio para afianzarlo y no perderlo nunca, tanto a diario como en fiestas de guardar, para mantener el equilibrio cultural catalán entre la cordura y la locura.

O en otras palabras, este broche, el imperdible y el pin son un vademecum para llevar siempre encima la quintaesencia del seny catalán, y en concreto, en este caso, la cordura de quien lo presume..

¿Y tú, ya presumes de tu "seny" cuando sales a pasear?