col-0241
Colgante en plata de ley de 30mm de diámetro con un «árbol de la vida», con el tronco descentrado. Acabado oscurecido y texturizado para imitar la corteza del árbol y pulido en el círculo que lo delimita.
Cordón de cuero con cierre y terminales de plata de ley.
Pieza única. No está a la venta, pero puedo diseñar una personalizada para ti: ¡Rellena el formulario y te envío presupuesto sin compromiso!
Advertencia: ¡Últimos artículos en inventario!
Disponible el:
Colección | Pieza única |
Categoría | Collares |
Material | Plata de Ley |
Año | 2017 |
El Árbol de la Vida para Anna, de MeriTomasa.
Modest me encargó un árbol de la vida especial para el cumple de su pareja, Anna. Ella tenía uno ya, a medio camino entre la bisutería y la joya, pero con un diseño muy clásico: tan y tan clásico que más de una vez lo había visto relucir en el cuello de otra chica. El objetivo de la pieza era precisamente lograr una joya personalizada, con un árbol de la vida, pero exclusivo para Anna.
Entre los bocetos que preparé, Modest eligió precisamente el que se apartaba más de ese diseño común: de ahí ese tronco descentrado. Además de personalizar la joya, el diseño aporta dinamismo al colgante. A Anna, además, le gustan las joyas oscuras, de manera que el acabado oscurecido del tronco me sirvió para mejorar ese efecto corteza y a la vez complacer a la futura dueña del collar personalizado.
Pintura del siglo XVII del Árbol de la vida en el Palacio de Shaki Khans, Azerbaiyán (foto de Urek Meniashvili).
El concepto del árbol de la vida es un "mitema": un arquetipo generalizado en las mitologías de muchísimas tradiciones religiosas, culturales y filosóficas, relacionado con el concepto de árbol sagrado.
Como tópico, está muy relacionado con el árbol del conocimiento, que conecta al cielo con el inframundo, y el árbol de la vida, que conecta todas las formas de creación. Ambos son formas del árbol del mundo o árbol cósmico y son retratados en diversas religiones y filosofías como el mismo árbol.
La lista de culturas donde está presente el árbol de la vida es larguísima: en la antigua Persia, Egipto, Armenia, Asiria, China, Turquia, Georgia, Oriente Medio, Mesoamérica y Norteamérica, la civilización Serer y mil y una civilizaciones ancestrales más. Y no menos en las tradiciones religiosas más conocidas: bahaísmo, budismo, paganismo germánico, mitología escandinava, hinduismo, judaismo, cristianismo o islam.
La caída del hombre, de Lucas Cranach el Viejo, con el árbol del conocimiento a la derecha.
Por ejemplo, en la mitología persa preislámica, Gaokerena, el árbol del mundo, es un árbol grande y sagrado que guarda en su interior todas las semillas. Ahriman (el Dios del Mal) creó una rana para invadir el árbol y destruirlo, con el objetivo de evitar que crecieran todos los árboles en la Tierra. Para evitar esa tropelía, Ahura Mazda (el Dios del Bien) creó dos peces kar que miraban fijamente al sapo para guardar el árbol. Los dos peces siempre están mirando al sapo y se mantienen preparados para reaccionar. Debido a que Ahriman es responsable de todos los males, incluida la muerte, mientras que Ahura Mazda es responsable de todo lo bueno, incluyendo la vida, el concepto de árbol del mundo en la mitología persa está muy estrechamente relacionado con el concepto de árbol de la vida.
Otro ejemplo: en la mitología china, el árbol de la vida estaba guardado en su base por un dragón y en la parte superior por un ave Fénix: el dragón representa a menudo la inmortalidad, mientras que el ave Fénix significa el eterno renacer. Una historia taoísta habla de un árbol que produce un melocotón cada tres mil años: el que lo come recibe la inmortalidad.
Otro: un mito de la cultura iroquesa (tribu nativa norteamericana) explica el origen de la tierra de la siguiente manera: los primeros humanos vivieron en los cielos, hasta que una mujer embarazada se cayó y aterrizó en un mar infinito. Salvada por una tortuga gigante del ahogamiento, se formó el mundo en su espalda plantando la corteza tomada de un árbol de la vida.
En la tradición judeocristiana, el Árbol de la vida se menciona en el Libro del Génesis y a menudo se considera un Árbol del Paraíso distinto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Después de que Adán desobedeció a Yahvé-Dios al comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, fue expulsado del jardín del Edén. Sin embargo, permaneciendo en el jardín, estaba el árbol de la vida. Para evitar el acceso del hombre a este árbol en el futuro, Yahvé-Dios armó y ubicó querubines con una espada de fuego guardando las puertas del huerto.
En biología, el árbol de la vida está relacionado con el concepto del árbol filogenético. Consiste en un árbol que muestra las relaciones evolutivas entre varias especies u otras entidades que se cree que tienen una ascendencia común.
Es decir, el árbol de la vida es una metáfora que describe la relación de toda la vida en la Tierra en un contexto evolutivo, donde unas especies dan lugar a otras, y donde unas ramas fructifican y otras mueren.
Primer esquema de Darwin del árbol de la vida (julio de 1837, «Cuaderno B», sobre la «transmutación de las especies», página 36).
En su libro El origen de las especies (1859), Charles Darwin ilustró su teoría de la evolución con un diagrama ramificado que es muy similar a los árboles.
«Desde el primer crecimiento del árbol, más de un miembro y rama ha decaído y fue retirado; y estas ramas caídas de varios tamaños pueden representar órdenes enteras, familias y géneros que no tienen ahora ningún representante vivo, y que conocemos solamente en estado fósil. Por aquí y por allá vemos una delgada rama rezagada que salta desde un mínimo tenedor en un árbol, y que por alguna casualidad ha sido favorecida y sigue viva en su cima, así que de vez en cuando podemos ver a un animal como el Ornithorhynchus o los Lepidosiren (peces pulmonados de América del Sur), que en un pequeño grado conectan por sus afinidades dos grandes ramas de la vida, y que al parecer se han salvado de la competencia fatal habiendo habitado una estación protegida. De unos brotes surgen otros brotes frescos, y éstos, si son vigorosos, se ramifican y explosionan a partir de una rama más débil. Así es el gran árbol de la vida, que llena con sus muertas y rotas ramas la corteza de la tierra, y cubre la superficie con sus siempre hermosas ramificaciones.»
La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa está especializada en joyas personalizadas hechas a medida para todos los gustos y presupuestos: alianzas, diademas, pendientes, colgantes, broches, pulseras, anillos, tiaras… Mi propuesta de valor es crear productos donde seas tú quién decida la forma, los materiales, los acabados… Que puedas formar parte del proceso de fabricación y así empezar a llenar el objeto de algo más sensible que la fastuosidad que aporta el metal. Es un trabajo más íntimo, romántico, exclusivo y de calidad.
Así que no lo pienses más: rellena el formulario y cuéntame cuál es tu idea. Te calculo rápidamente presupuesto sin compromiso. ¡Todo es posible en la Fábrica de Tesoros de MeriTomasa!