El símbolo del Trisquel

Retrato robot de un trisquel celta

El trisquel, triskelion o triskele es un icono de origen neolítico formado por tres espirales o tres piernas humanas flexionadas, unidas en el centro y dispuestas con simetría rotacional. Puede girar hacia la izquierda o hacia la derecha. El nombre proviene del griego "τρισκελής" (triskelés), "de tres piernas", formado por el prefijo "τρι-" (tri-), "tres", y "σκέλος" (skelós), "pierna".

A menudo se asocia con la cultura celta, pero es un símbolo mucho más antiguo, probablemente con un origen indoeuropeo creado en el neolítico , que luego se transmite a través de las culturas griega, celta y persa. Se encuentran muestras desde Irlanda, Escandinavia o Malta hasta la India y Siberia.

Los trisqueles más antiguos se han encontrado en Malta (4.400 hasta 3.600 aC.) y en la tumba megalítica de Newgrange, en Irlanda (3.200 aC). Es decir casi dos milenios antes de que se desarrollara una cultura celta.

El símbolo del trisquel celta

Escudo de Sicilia con la Trinacria

Según la cultura celta, el triskelion representa la evolución y el crecimiento, el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Significa el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo. Entre los druidas simbolizaba el aprendizaje y la trinidad que conforman el pasado, el presente y el futuro.

Según la leyenda, los druidas eran los únicos que podían llevar este símbolo sagrado. El trisquel actúa por tanto como un símbolo doble. Por un lado, instrumentalmente, como amuleto para los druidas, los sacerdotes de la cultura celta. Por otro lado, simbólicamente, como distintivo de esta casta sacerdotal

Los celtas utilizan el trisquel ya desde la cultura de Hallstatt (s.VIII-IV aC). Con la Cultura de La Tène (a partir del 500 aC.) lo convirtieron en un motivo central de su arte y de su sistema simbólico. Se encuentran muestras en todo el continente europeo en monedas, vajillas, adornos, estatuas, construcciones y armas (donde posiblemente tenían una función de amuleto). Su uso perdura en la Galia atlántica, las Islas Británicas y Galicia a finales de la cultura celta y durante los primeros siglos de la cristianización.

Desde los orígenes, la cultura celta adoptó modelos externos (etruscos, escitas, griegos) y los fue transformando con un estilo curvilíneo, añadiendo espirales, entrelazando y imbricando las formas, o incluyendo figuras de animales. Así, el trisquel puede haber sido uno de estos elementos adoptados de los griegos, con los que los antiguos celtas tuvieron contacto tanto a través de Masalia (la actual Marsella) como a través de Tracia.

Significado del trisquel

El tre cassyn de la Isla de Man

El trisquel es un símbolo solar, estrechamente emparentado con la esvástica o tetrasquela, y con el Borjgali. Se interpretan como la rueda del sol, con los rayos estilizados, que con su curvatura más o menos pronunciada o angulada, expresan el movimiento rotatorio o representan pies que lo impulsan, como muestra el trisquel con piernas.

El trisquel y la esvástica, además, tienen un significado numérico: la esvástica es un símbolo cuaternario, mientras que el trisquel representa el número tres, el número mágico por excelencia.

Como símbolo solar, el trisquel representa la energía, la luz, y por tanto la fuerza creadora, el principio divino. También se asocia al movimiento, al tránsito del sol por el firmamento, tanto el ciclo diario como la sucesión de las estaciones. Así, simboliza también el ciclo vital: nacimiento, vida, muerte y renacimiento.

El segundo elemento simbólico del trisquel es el número tres, número mágico, filosófico y sagrado en casi todas las culturas. El concepto de trinidad está presente en la mayoría de religiones y era especialmente importante en el sistema de creencias celta, donde abundan las tríadas de divinidades o conceptos simbólicos.

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