Este dedal es una pieza para compartir entre madre e hija. Entre Adelina; la matriarca, un pedestal para sus hijas, nietas y bisnietas, querida y adorada por todos, una mujer tan fuerte como entrañable. Y Ana Belen; preciosa, inteligente, creativa, enamorada de la literatura, del arte, emprendedora, fuerte como su madre, afectuosa hija, feliz esposa y cálida madre...

La idea surgió de Ana Belen. Un colgante en forma de dedal para llenarlo de recuerdos juntas. Un tesoro como coartada para acentuar un cariñoso ritual: al anochecer, cuándo Adelina pasa un rato en casa de su hija siempre le dice: -Si me das una hebra de hilo te coso... – y bajo ese familiar pretexto se acercan, se degustan y disfrutan esos preciosos ratitos que la vida les regala para estar juntas.

Esos ratitos dan para mucho... Adelina nació antes de la guerra civil. Muchas aventuras y desventuras puede contar. Y Ana Belen, como no, le llena de curiosidad su historia. Así que ratitos de sinceridad, espontaneidad, cariño, risas y lágrimas se regalan mutuamente.

No os cuento todo esto porque me toca al corazón… Os lo cuento porque todo va estrechamente atado a la forma y diseño de lo que hoy nos atañe, que os describa este dedal exclusivo y no me vaya por las ramas ;). Así que allá voy:

• Adelina hace colección de dedales. Ana Belén me dijo que a ella le gustaban los dedales redonditos por arriba y con el dobladillo de abajo. Y que su madre era muy castellana en gustos, haciéndome entender que buscaban algo sencillito, nada de dedales diseño Tim Burton ;).

• Las dos A entrelazadas claramente hacen alusión a sus nombres. Una más chica y una mayor, una madre y una hija, dos seres muy semejantes con un contrafuerte compartido. La tipografía tampoco es gratuita pues se asemeja a un símbolo de Salamanca que le llamaba la atención. Y aquí dejo caer que la hija pequeña de Ana Belén se llama Angela… ¿podéis imaginar el futuro de este dedal?

• El hilo entrelazado no sólo es motivo decorativo sino que hace referencia a la función del dedal: la costura con hilo y aguja.

• Y los acabados… son parte de lo más profundo. Bajo las AA el acabado imita piedra gastada. Esto hace referencia a la infancia de Adelina, que lejos de condenar aquellos escabrosos años de guerra siempre recuerda vivencias en el molino de los abuelos, lugar dónde nació y vivió durante su niñez. Ella siempre habla de aquél garrafal cerezo de porte erguido y buen vigor que tenía en la puerta del molino, del salto de agua al que se asomaba, de las piedras del molino… ¿Vosotros sabéis como eran esas piedras? Pues os invito a indagar porque es realmente interesante saber cómo se molía antes la harina. Eso hicimos Ana Belen y yo, indagar sobre esas piedras,… Y estudiando el diseño del dedal y sin ánimos de recargarlo… decidimos que haríamos alusión a las piedras con la textura blanca, erosionada y ruda de la parte inferior del dedal.

Y hasta aquí la descripción de este precioso dedal lleno de sustancia. Una pieza que más que con las manos la he elaborado con el corazón.

Gracias Ana Belen por este reto, elaborarlo ha sido un privilegio. ¡Que sigáis con el ritual muchos muchos muchos años y llenéis el dedal de muchas nuevas historias ;)!. ¡En él yo también guardé un montón de cariño para vosotras!

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