Dos solitarios para dos hermanas

Primeras versiones alternativas de los solitarios con filigrana. A Esther y a su hermana les gustó la tercera opción, abajo a la izquierda.

Esther me escribió desde Córdoba, ciudad de califas, orfebres y joyeros, para pedirme dos anillos. Uno para ella. El otro para su hermana. El encargo consistía en crear dos anillos solitarios que cobijaran sendas gemas muy queridas, herencia de su madre. Es bonito recibir encargos para dar cobijo a gemas tan preciadas, y más si vienen de Córdoba, que no es ciudad donde cueste encontrar un buen joyero y donde realicé buena parte de mi formación en reputadas escuelas de joyería.

Esther quería los típicos anillos con filigranas y quería la piedra cogida tipo bocel (un tipo de engaste donde la gema se sujeta mediante un bisel de metal que rodea su perímetro). El diseño de la filigrana representa la idea de madre e hija, con una filigrana mayor, la madre, que da cobijo a otra menor, la hija. Una tira de metal, de la filigrana a la gema, sirve para compensar el diseño.

Versiones alternativas de filigranas, basadas en la idea de madre e hija. Esther eligió la tercera; su heramana la primera.

Sobre el anillo solitario

En argot joyero se suele hablar de "anillo solitario", pero el solitario no es el anillo, sino la gema que luce ese anillo. En pocas palabras, cualquier joya en la que engarzamos una sóla gema es un solitario. Puede ser un anillo, pero también puede ser un collar, unos pendientes o una pulsera. El anillo solitario por excelencia es el anillo de compromiso.

Por muy triste que sea llamarlo "solitario", la verdad es que el engarze de una sóla gema en una joya sirve para realzar al máximo la belleza de esa piedra única.

Sobre La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa

La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa está especializada en joyas personalizadas hechas a medida para todos los gustos y presupuestos: alianzas, diademas, pendientes, colgantes, broches, pulseras, anillos, tiaras… Mi propuesta de valor es crear productos donde seas tú quién decida la forma, los materiales, los acabados… Que puedas formar parte del proceso de fabricación y así empezar a llenar el objeto de algo más sensible que la fastuosidad que aporta el metal. Es un trabajo más íntimo, romántico, exclusivo y de calidad.

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