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Cajita fabricada enteramente de forma artesanal: es mi joyero personal ;).
Uno de mis primeros ejercicios en el arte del repujado y el cincelado. También de los primeros en el sacado de fuego en dimensiones un pelín más grandes.
Pieza única. No está a la venta, pero puedo diseñar una personalizada para ti: ¡Rellena el formulario y te envío presupuesto sin compromiso!
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Disponible el:
Colección | Pieza única |
Categoría | Orfebrería |
Material | Latón |
Altura | 70 mm |
Diámetro | 110 mm |
Año | 2007 |
Estos ejercicios forman parte de mi proceso de formación. Los elaboré en la Escuela de Arte Dionisio Ortiz de Córdoba. Éstas y otras piezas de mi gateo (que en la web están registradas) contienen la esencia de unos años dorados. No hay espacio en la página para explicar lo mucho que allí aprendí sobre mi oficio y sobre el arte... Tampoco para el enorme lugar que guardo de ese tiempo en mi recuerdo y mi corazón.
Éste es un ejercicio de iniciación en el arte del repujado y el cincelado artesanal. Primero modelando sobre plastilina y luego pasando el volumen a golpe de cincel al metal. Con éste y otros adquirí las bases de esta técnica tan llena de historia.
Aquí debo hacer una muy especial mención a mis maestros: Rodolfo De Dios y Francisco Díaz Luque, dos Maestros de Maestros, dos grandes personas, dos artistazos de lo más humilde,... un orgullo y un lujo haver podido estar bajo su instrucción.
A mi Córdoba querida llegué en modo larva, años después, cuándo devine mariposa, el viento me devolvió al norte. Y desde entonces bato cada día mis alas con fuerza, ilusión y mucho amor. Luchando voy, pero más degustando el camino hacia mi sueño: vivir de mi lenguaje, oficio y pasión.
La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa está especializada en joyas personalizadas hechas a medida para todos los gustos y presupuestos: alianzas, diademas, pendientes, colgantes, broches, pulseras, anillos, tiaras… Mi propuesta de valor es crear productos donde seas tú quién decida la forma, los materiales, los acabados… Que puedas formar parte del proceso de fabricación y así empezar a llenar el objeto de algo más sensible que la fastuosidad que aporta el metal. Es un trabajo más íntimo, romántico, exclusivo y de calidad.
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