Placas para zapatillas con nombre personalizado en plata de ley con baño de oro (amarillo o rosa), para regalar o para autoregalarse. Incluye dos placas, una para cada zapatilla. Puedes poner el mismo nombre en las dos placas, o poner nombres distintos.
Tras recibir tu pedido te envío 3 bocetos diferentes para que elijas, o puedes enviarme tu tipografía, por ejemplo tu nombre o el nombre de tus hijos escrito por ellos mismos. Acabado pulido.
Fabricación en 7-10 días laborables. Envío entre 1 y 3 días laborables. Si te corre prisa, intento agilizarlo.
Fabricación artesanal 100% en plata de ley con baño de oro.
¡Packaging exclusivo MeriTomasa incluido + Envío gratis España + Envíos internacionales con DHL!.
Y si te gusta pero lo preferirías con algún cambio... ¡Cuéntamelo y lo hablamos!
10 Elemento artículos
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Colección | Pieza única |
Categoría | Joyas con nombre |
Material | Plata de ley con baño de oro |
Anchura | 9mm |
Diámetro | 30mm |
¡Es muy fácil! Para realizar tu pedido simplemente debes indicarme el nombre que quieres que aparezca en tus placas para zapatillas personalizadas (por favor, incluye las tildes si corresponden). Puedes poner el mismo nombre en las dos placas o poner dos nombres distintos.
Tras recibir el pago, te envío por email 3 esbozos de cómo quedarían tus placas para zapatillas con nombre en distintas tipografías. Sólo tienes que elegir la que más te guste y fabrico tus placas en aproximadamente 5-7 días laborables. Las recibirás en la dirección postal que me hayas indicado en entre 1 y 3 días más.
Otra opción, si te gusta la idea, es que "escribas tú" tus placas para zapatillas personalizadas. Por ejemplo, si es para tu hijo, pídele que escriba su nombre en una hoja de papel, échale una foto y adjúntala al formulario de compra. Yo reproduciré fielmente en metal esa tipografía personalizada.
Los tiempos de fabricación son aproximados: si te corre prisa, dímelo y intento agilizarlo.
Sólo tienes que tener en cuenta dos detalles:
Y si quieres también puedes ser tú quién me dibuje las letras, o pedirle a tu mujer, o a tu hijo, que escriban su nombre. Así salen placas para zapatillas únicas :-)
Es muy fácil: le pides disimuladamente que escriba su nombre en un trocito de papel. Le tiras una foto y me la envías a través del formulario de compra. Yo convertiré esos trazos en metal precioso.
Imaginación al poder: también he recibido encargos donde ha sido una amiga la que ha escrito el nombre de la futura portadora de las placas con nombre, por ejemplo para hacer un regalo de comunión o para celebrar un cumpleaños de la pandilla del cole.
Y también puedes combinar esta idea con otras joyas, como por ejemplo hacer unas placas con nombre, una pulsera con nombre y un collar con nombre a partir del mismo diseño.
Es una mis divisas favoritas en La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa: tú diseñas tu joya. Yo soy tus manos de joyera.
Placas personalizadas para zapatillas... o "placas personalizadas para bambas", o "placas personalizadas para tenis", o "placas personalizadas para deportivas"... Hay mil y una formas de llamar a las típicas zapatillas para hacer deporte, que muy a menudo se llaman de una manera en un país y de una manera muy distinta en otro. ¡Es lo mismo!
En Catalunya no existen las "zapatillas": la gente dice "bambas". Pero "bambas" no significa nada en Latinoamérica, donde suelen llamarlas "tenis", especialmente en México y Colombia, igual que en Canarias. En Madrid son "zapatillas". En Aragón son "maripís". Y en muchos otros lugares "playeras", no por la playa, sino por el verbo "play" en inglés. En fin: este producto tiene mil y un nombres, y todos los nombres refieren al final al mismo producto :)
Las placas con nombre personalizadas son una idea estupenda para regalar:
La Fábrica de Tesoros de MeriTomasa está especializada en joyas personalizadas hechas a medida para todos los gustos y presupuestos: alianzas, diademas, pendientes, colgantes, broches, pulseras, anillos, tiaras… Mi propuesta de valor es crear productos donde seas tú quién decida la forma, los materiales, los acabados… Que puedas formar parte del proceso de fabricación y así empezar a llenar el objeto de algo más sensible que la fastuosidad que aporta el metal. Es un trabajo más íntimo, romántico, exclusivo y de calidad.
Y si te gusta pero lo preferirías con algún cambio... ¡Cuéntamelo y lo hablamos!